Garantizar seguros positivos para la naturaleza - ¿Puede el sector asegurador ayudar a salvaguardar nuestro capital natural?

PUBLICADO 16 noviembre, 2022
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PNUD Mauritania/Freya Morales
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Jan Kellett

Jefe de equipo, Servicio de Financiación de Seguros y Riesgos, PNUD

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Onno van den Heuvel

Director Mundial, Iniciativa de Financiación de la Biodiversidad, PNUD

Se calcula que la naturaleza y los ecosistemas aportan más de 125 billones de dólares al año en bienes y servicios a la economía mundial. Sin embargo, la naturaleza y los ecosistemas corren grave peligro de colapsarse y, pese a ser un activo tan valioso, el capital natural ha seguido siendo hasta la fecha una prioridad marginal para el sector asegurador.

Transferir los riesgos de la naturaleza y la biodiversidad a las aseguradoras puede reducir el impacto del cambio climático y las catástrofes mediante pagos que financien actividades de reparación y restauración tanto de los ecosistemas como de las comunidades. Por ejemplo, en México, las autoridades decidieron contratar un seguro para proteger el arrecife de coral mesoamericano frente a la costa de la península de Yucatán, teniendo en cuenta que un arrecife de coral sano ayuda a sostener la economía local a través de actividades turísticas y a prevenir la erosión de las playas. En 2020, la póliza de seguro se amortizó en medio de las pérdidas sufridas por el arrecife a causa de un huracán. El rápido desembolso de fondos a través del seguro permitió a los miembros de la comunidad local restaurar el arrecife dañado. Esto también demostró que cuando las actividades de restauración se llevan a cabo inmediatamente después de un desastre, pueden minimizar significativamente las pérdidas de biodiversidad y ayudar a las comunidades vulnerables a reconstruir sus vidas y medios de subsistencia.

Un supuesto importante e inherente al diseño de los seguros es que se hayan realizado todas las demás intervenciones para minimizar los riesgos, por ejemplo, en el caso de los hábitats costeros críticos, esto incluye el mantenimiento de una zona tampón o de prohibición de construcción y la normativa adecuada para evitar daños, antes de beneficiarse de los seguros. Asegurar el capital natural, incluidos arrecifes, bosques y manglares, puede garantizar la financiación inmediata, tras la catástrofe, de actividades de restauración, lo que también ayuda a salvaguardar las inversiones realizadas en esfuerzos de conservación de la biodiversidad.

Para mejorar la gestión de los peligros relacionados con la biodiversidad para las personas, la vida silvestre, los hábitats y los activos, la Iniciativa de Financiación de la Biodiversidad (BIOFIN ) del PNUD y el Servicio de Financiación de Seguros y Riesgos (IRFF), están trabajando con los gobiernos y la industria de seguros para desarrollar soluciones, orientación técnica y herramientas para que los países comprendan mejor los riesgos y el potencial de los seguros en las oportunidades de transferencia de riesgos.

Los sistemas de seguros y transferencia de riesgos relacionados con la naturaleza y la biodiversidad no son conceptos nuevos. En los últimos 40 años, más de 140 mecanismos únicos de transferencia de riesgos contra riesgos relacionados con conflictos entre el hombre y la fauna salvaje han gastado por sí solos más de 250 millones de dólares en compensar pérdidas relacionadas con la actividad de la fauna salvaje. Algunos de los ejemplos más destacados de sistemas actualmente en marcha son los de Austria, Canadá, China, India, Grecia, Namibia y Pakistán. En estos países, los conflictos entre el hombre y la fauna salvaje han sido un importante motor del declive de la población de muchas especies amenazadas. Para conservar esas especies que generan conflictos con las personas, es cada vez más necesario garantizar los medios de subsistencia de las personas que sufren pérdidas debido a esos conflictos. Al proporcionar la tan necesaria compensación por las pérdidas, los seguros han contribuido a reducir la hostilidad de los agricultores hacia la fauna salvaje y los incidentes de matanzas de represalia o preventivas. Por ejemplo, en China, el plan de seguros para mitigar los conflictos entre el hombre y el elefante en la provincia de Yunnan, donde los elefantes causan daños a las plantaciones de caucho, ha dado lugar a una reducción de las matanzas de elefantes como represalia por parte de los agricultores.

En Bután, BIOFIN y el IRFF colaboran para reducir los efectos adversos de las pérdidas económicas debidas a los conflictos entre el hombre y la fauna salvaje, que constituyen uno de los retos más graves para la conservación y el desarrollo del país del Himalaya. En un país donde cerca del 60% de la población depende de la agricultura y la ganadería de subsistencia basadas en los bosques, los agricultores, sus cultivos y su ganado sufren a menudo los ataques de animales salvajes, debido a la invasión de su hábitat, lo que provoca la transmisión de enfermedades, la caza furtiva y las matanzas en represalia. Las pérdidas de cosechas y ganado debidas a los ataques de la fauna salvaje acaban provocando la pérdida de alimentos, ingresos y activos productivos para los agricultores, lo que lleva a las comunidades a cultivar una actitud negativa hacia la fauna salvaje y la conservación que desequilibra los ecosistemas locales y provoca pérdidas económicas a largo plazo. Para hacer frente a estos problemas, BIOFIN e IRFF colaboran con las partes interesadas y desarrollan un plan de seguros eficaz y viable basado en la experiencia del país en anteriores programas de compensación relacionados con conflictos entre personas y animales salvajes y en las mejores prácticas mundiales.

Sin embargo, es necesario explotar más el potencial de los seguros para proteger elementos del capital natural en los que se están realizando esfuerzos de conservación pero siguen expuestos a riesgos climáticos y de catástrofes imprevisibles. El IRFF y BIOFIN están trabajando en ámbitos como la promoción de políticas y el desarrollo de soluciones de seguros para proteger la naturaleza y la biodiversidad que puedan ofrecer mayores beneficios no solo para la naturaleza, sino también para las poblaciones vulnerables cuyo sustento depende de ella. Por ejemplo, en un reciente informe del IRFF, Insuring Nature to Reduce Risks (Asegurar la naturaleza para reducir riesgos), se muestra el impacto en las comunidades: la protección de tan solo un kilómetro cuadrado de arrecife puede proporcionar servicios de protección y económicos a decenas de miles de personas, lo que se traduce en una mejora de la vida y los medios de subsistencia de las poblaciones vulnerables gracias a la protección del capital natural crítico y la reducción de gastos repentinos, así como en el desarrollo y fortalecimiento del mercado local de seguros.

Preservar la naturaleza y la biodiversidad es fundamental para proteger toda la vida en la Tierra. La asociación entre BIOFIN y el IRFF está estudiando la manera de desarrollar soluciones que reduzcan el déficit de financiación para apoyar la biodiversidad, es decir, la riqueza de la vida en nuestro planeta.